Estoy confortablemente alojado en un hotel barato, semi limpio, para una estadia sin fecha de termino aun. Mi idea es suprimir algo del ruido estatico de mi cerebro a traves del papel. Luego, me sentire tranquilo. Redistribui los muebles de mi pieza colocando la mesa frente a la ventana. Espero que las cucarachas no tomen represalias.
De todos modos, mientras jugaba con mi boligrafo, podia mirar mas alla de los arboles atrofiados por la polución y reflexionar sobre la gran variedad de personas que pasaban. Tenia una vista sin obstaculos desde mi puesto de observación en el segundo piso del viejo hotel. Sin embargo, la mayoria de las veces abandonaba ese lugar.
Lo primero en la mañana. Me gusta salir al frio y sumergirme en el fresco smog. Al salir paso la llave de la habitación por la diminuta ranura situada en la parte inferior del cristal blindado de cinco centimetros de grosor. El recepcionista atrincherado no puede oir muy bien desde su cubiculo protector, asi que coge la llave e intercambiamos un hola/adiós. Mas tarde volveremos a hacerlo, pero al reves.
